Muchos consideran Mauricio un destino de ensueño por sus playas paradisíacas, aguas turquesas y sublimes hoteles de lujo. Esta pequeña joya insular en medio del océano Índico esconde muchos más tesoros que merecen ser descubiertos durante una escapada romántica o unas vacaciones en familia.
La población, su historia, gastronomía, cultura y naturaleza son sólo algunas de las facetas que hacen de la isla un lugar único y rico. He aquí nuestro top 10 de las cosas que ver y hacer en Mauricio y para llevarse a casa recuerdos inolvidables de su estancia en la isla.
1. DÉJATE SEDUCIR POR EL CORAZÓN DE LA HOSPITALIDAD MAURICIANA
Nada más pisar tierra mauriciana, una cosa te llamará la atención: la gente. Con su sonrisa espontánea, te sentirás bienvenido al instante. Esta cálida actitud hunde sus raíces en el pueblo de Mauricio, resultado de una extraordinaria mezcla de culturas, religiones y etnias.
Todas las comunidades viven en armonía, cultivando su propia cultura y patrimonio, y compartiéndolos con los visitantes. Si se quieres entender y descubrir Mauricio, es esencial mezclarse con sus habitantes. Un paseo por el corazón de las ciudades y pueblos, una parada en los centros comerciales o un día en la playa para conocer a los merodeadores, sobre todo los domingos, son algunas de las actividades preferidas.
También puedes contactar con operadores locales para realizar visitas guiadas. Los más fiesteros podrán conocer a los lugareños en los clubes nocturnos, sobre todo los fines de semana, cuando la vida nocturna es más activa. Espontaneidad, hospitalidad y compartir es lo que se llevará de su incursión en la auténtica Mauricio.
2. VISITA PORT-LOUIS, LA VIBRANTE CAPITAL DE MAURICIO
Una visita a Port-Louis, la capital de Mauricio, es obligada durante su estancia en la isla. El célebre gobernador francés, Mahe de Labourdonnais, construyó la ciudad en el año 1735. Hoy es el centro económico y administrativo de la isla, una ciudad en la que confluyen lo antiguo y lo moderno.
Port Louis ha conservado muchos edificios históricos y coloniales a lo largo de los años. Uno de ellos es una fortificación llamada Fort Adelaide, construida por los británicos en 1835. En el centro de la ciudad hay varios edificios de estilo francés, que realzan el encanto de Port Louis. Se puede recorrer la ciudad y contemplar algunos maravillosos edificios coloniales franceses, como la Casa de Gobierno y el Teatro Municipal.
Otras atracciones turísticas de Port Louis son el paseo marítimo de Caudan, el mercado central, el cuartel de policía del siglo XVIII y el barrio chino de Mauricio. Paseando por las calles de la ciudad se encontrará incluso con las catedrales anglicana y católica, la mezquita principal de la ciudad y el Museo de Historia Natural, donde podrá hacerse una idea del patrimonio cultural de la isla.
3.RELÁJATE EN LAS IDÍLICAS PLAYAS DE LA ISLA
Mauricio está rodeada de hermosas playas de arena blanca y acantilados que ofrecen, junto con la laguna azul, un escenario de ensueño que varía según las estaciones y la hora del día. Los paisajes costeros también cambian según la región, no se parecen en nada.
En el Norte, más turístico, las lagunas tranquilas y resguardadas invitan a relajarse y tumbarse, con una temperatura agradable todo el tiempo. En el Sur salvaje, el viento del Suroeste, que sopla con más o menos fuerza todo el año, hace bailar las olas sin cesar. El Este cuenta con una larga extensión de hermosas playas de arena, pero también es la parte más ventosa de la isla, sobre todo en invierno.
Una de las playas más populares, Belle Mare, es también una de las más largas de la isla. Ile aux Cerfs, un islote enclavado en la laguna a pocos minutos en barco de la costa, es uno de los lugares más visitados por los turistas. Por último, el Oeste, de clima cálido y seco, es más popular para actividades acuáticas como el kitesurf, el surf o la pesca de altura.
4. PRACTICA SUBMARINISMO Y/O KITESURF
Mauricio es una isla rodeada de aguas cálidas y cristalinas, y practicar deportes acuáticos es una obligación. La mayoría de los hoteles de Mauricio ofrecen actividades muy accesibles, como pedalo, kayak, stand-up paddle y barco con fondo de cristal. Muchos operadores también organizan salidas más específicas, como una excursión en catamarán en la que se pueden avistar delfines o pescar piezas de caza mayor.
Para los más atrevidos, están el paseo en submarino, el paseo submarino, el scooter submarino y el parasailing que te hará elevarse por los aires, justo antes de caer de nuevo en la laguna. Mauricio también es famosa en todo el mundo por sus lugares para practicar submarinismo y kitesurf, tanto por profesionales como por aficionados.
Los entusiastas del buceo con tubo pueden visitar los parques marinos de Blue Bay y Balaclava, y los que practican el buceo libre o con botella estarán encantados de descubrir todos los intrigantes rincones de la isla. Encontrarás fácilmente centros de buceo reconocidos y certificados en algunos hoteles y en las regiones costeras. Los amantes del kitesurf elegirán las lagunas del suroeste y sureste.
5. APRENDE A BAILAR SEGA
En Mauricio, el Sega refleja toda una cultura que vibra al son de la música. Uno no puede resistirse a su ritmo frenético producido por los instrumentos tradicionales de fabricación local. Las bailarinas de sega se mueven en cadencia, ataviadas con hermosas faldas de colores, acompañadas por sus parejas también ataviadas con trajes típicos. Más que una música tradicional local, Sega tiene hoy el estatus de patrimonio cultural de la UNESCO.
Originalmente cantada y bailada por los esclavos, hoy forma parte de la vida y el patrimonio mauricianos, y sigue resonando en el corazón de la gente gracias al triángulo, la maravanne, la ravanne y el djembé, los instrumentos típicos, a veces modernizados por algunos artistas.
Ti Frère, Serge Lebrasse y Luc Legris figuran entre los pioneros del Sega en Mauricio. Las letras, escritas en criollo, son siempre muy coloristas y llegan al alma, ya que expresan la vida, los desamores, el desarraigo y el amor. Es imprescindible aprender a bailar Sega durante su estancia.
6.PASEA POR EL JARDÍN BOTÁNICO DE PAMPLEMOUSSES
El Jardín Botánico de Pamplemousses, o Jardín Botánico Sir Seewoosagur Ramgoolam, es uno de los lugares más visitados de Mauricio y el jardín botánico más antiguo del hemisferio sur. Creado hace más de 300 años, el jardín contiene una flora extraordinaria con una miríada de plantas autóctonas y endémicas.
Los animales también se han instalado allí: tortugas, ciervos y aves de todas las especies. Para los amantes de la naturaleza, el jardín de Pamplemousses es el lugar ideal para pasear en familia o en pareja por los senderos bordeados de vegetación.
También merece la pena visitar los famosos estanques con nenúfares gigantes, lugar perfecto para hacer fotos de recuerdo. Tómate tu tiempo para hacer una pequeña expedición por el pueblo de Pamplemousses después de su visita al jardín, y ver la iglesia más antigua de la isla aún en pie, San Francisco de Asís, con su arquitectura única en Mauricio.
7.VISITA LA TIERRA DE LOS SIETE COLORES EN CHAMAREL
Una atracción clave de Mauricio es la Tierra de Siete Colores, situada en las alturas de Chamarel. Un lugar inesperado formado por un fenómeno geológico que dio a la tierra una paleta de siete colores. Este lugar único merece ser visto. Cerca de allí, te sorprenderá la vista de la cascada de Chamarel desde el mirador.
Si tienes suerte, verá monos o el elegante pájaro trópico de Mauricio. También tiene a mano parques y reservas naturales, como el Bosque de Ébano o el Parque Lavilleon, donde podrás reponer fuerzas y aprender más sobre la naturaleza mauriciana, mientras que los más aventureros probarán algunas actividades supervisadas al aire libre.
Chamarel es uno de los lugares que reflejan la autenticidad de Mauricio. Se trata de un tranquilo pueblecito situado en un terreno elevado. Da un paseo, visita la pequeña iglesia de Santa Ana, conoce a los pequeños productores de café del pueblo y prueba uno de los restaurantes locales que ofrecen cocina típica mauriciana.
8. PRUEBA EL AZÚCAR, EL RON Y EL TÉ
El azúcar y el té han sido dos de las industrias más florecientes de Mauricio durante mucho tiempo, y aún hoy ocupan un lugar privilegiado en el país, aunque estos sectores ya no se consideren pilares de la economía mauriciana (que ahora es el turismo).
El ron, producido a partir del jugo de la caña de azúcar o la melaza, también forma parte de los productos estrella de la isla. En Pamplemousses, L’Aventure du Sucre, una antigua fábrica de azúcar reconvertida en museo, ofrece un hermoso recorrido pedagógico sobre la historia del azúcar de caña en Mauricio.
La Ruta del Té, en el sur de la isla, te sumergirá en la historia de esta deliciosa bebida a través de varios lugares. Visitará las plantaciones de té, la fábrica y los museos. También habrá degustaciones, y podrás llevarte a casa varios sabores de tés y subproductos inesperados, como el chutney de té.
9. EXPLORA EL PATRIMONIO HISTÓRICO DE MAURICIO
Con su rica historia, Mauricio abunda en vestigios de sus distintas épocas coloniales. En la capital, Port Louis, hay varios edificios de interés turístico, como la Casa de Gobierno (construida en 1738, frente al puerto), el espléndido Teatro de Port Louis, la Oficina Central de Correos (todo en piedra, junto al puerto), el edificio del Tribunal Supremo y, junto a él, la antigua prisión.
También en Port Louis se encuentra el Aapravasi Ghat, donde desembarcaron los primeros trabajadores indios en el siglo XIX, y que forma parte de la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. El sureste de la isla también alberga una concentración de vestigios históricos, sobre todo de la época de los holandeses que desembarcaron en Vieux Grand Port en el siglo XVII; allí descubrirás el museo Frederik Hendrick y las ruinas anexas. En Mahebourg, el Museo Naval también debe añadirse a tu lista.
10. SABOREA LA DELICIOSA COCINA DE LA ISLA
Una isla con tantas culturas diferentes sólo puede ofrecer una riqueza culinaria extraordinaria. En efecto, la cocina mauriciana es rica por sus orígenes y sus mezclas. En todas las mesas de Mauricio, ya sea en un hotel o en casa, degustará sabores que pueden recordarle a otros países, pero que son únicos de la cultura mauriciana.
Los platos son bastante picantes, pero muy sabrosos y aptos para comensales extranjeros, la mayoría de las veces. Si quieres vivir una experiencia más auténtica de la cocina mauriciana, debe probar su comida callejera. Se encuentra por todas partes, desde las esquinas a los mercados o centros comerciales: dholl puris, pasteles de chile («gateaux piment»), samoussas, albóndigas («boulettes»), bryani o fideos fritos.
Los hoteles ofrecen cada vez más veladas temáticas donde degustar estas delicias durante tus vacaciones en Mauricio. También se celebran festivales gastronómicos a lo largo del año, como el festival culinario de China Town, centrado en la cocina chino-mauriciana, y el festival del pan de Port-Louis, entre otros.
Yuniet Blanco Salas